Por cuatro días tuvieron el cadáver en la sala de su casa, drama de migrante venezolana

No hay derecho, es doloroso ver como un migrante venezolano fallecido en tierras colombianas, no pueda ser sepultado por falta de recursos económicos o por los trámites de documentos que retrasan el sepelio, al punto de pasar días con el cadáver descompuesto en espera de una solución.
La más reciente situación, es la que durante cuatro días vivieron en el municipio de Valledupar, los familiares de la señora Lexy Elena Ramírez, de 56 años, quien falleció por complicaciones por la diabetes, el pasado 21 de marzo, y hasta la tarde de ayer pudo ser cremada, luego de pedir y prestar dinero. Los parientes aspiran llevar las cenizas hasta su tierra natal en el municipio Cabimas, estado Zulia.
Según lo narrado por Génesis Cueva, la gravedad de su tía se dio luego de una caída en el barrio La Victoria de la capital del Cesar, se fue complicando hasta que falleció en su residencia y de allí empezó el verdadero calvario.
“Nosotros tenemos algunos familiares en Bogotá, Santa Marta y hasta en Chile, con quienes se logró recoger un millón de pesos para que la funeraria preparara el cuerpo y prestara el ataúd, mientras se resolvía el tema de la cremación, que era nuestra meta, porque la idea es llevar las cenizas a Venezuela, tal y como ella lo había solicitado”, explicó.
Llegó el lunes festivo y nada se pudo hacer, el cadáver fue puesto en la sala de la casa y el martes tampoco se logró gestionar nada, ya que la funeraria se negaba a llevar a cremar el cuerpo sino se entregaba la plata completa, pero mientras eso ocurría, el cuerpo empezaba a descomponerse. “Recogimos además entre vecinos y prestamos el resto del dinero, porque la ayuda fue imposible a través de la Alcaldía y la Secretaría de Salud, nos cerraron las puertas en todas partes”.
Génesis, entre lágrimas, explicó que el hecho de ser venezolanos no los hace distintos al resto de la comunidad, “es sorprendente como nos ponen trabas para todo, hasta habíamos decidido enterrarla, pero era más costoso el proceso, mientras el cadáver se ponía cada vez más fétido y ya la comunidad se quejaba”.
Finalmente a las 2:00 de la tarde de este miércoles se logró conseguir la plata y la funeraria la llevó al crematorio, donde será entregada el viernes. Pero en esta fase del viacrucis vivido, otro de los obstáculos fue la exigencia de una partida de nacimiento original apostillada, documento que era imposible tramitar en Venezuela y traerlo de inmediato. “Gracias a Dios al final de los cuatro días de tortura, las autoridades accedieron y fue posible solucionar”.
ES INJUSTO

Al respecto, Rafael Morales, líder de la fundación Soy tu Amigo, que atiende a la población migrante venezolana en Valledupar, manifestó que es preocupante la situación que se está viviendo con los venezolanos que fallecen en suelo colombiano.
No solo es el problema económico, sino la cantidad de documentos que las autoridades de este país exigen a los familiares del fallecido, como el acta de nacimiento apostillada, que en estos momentos es imposible procesar en Venezuela, y mucho menos traer con la frontera cerrada.
“Es un tema que se está tratando con las organizaciones internacionales como la ACNUR y otras ONG, pero lamentablemente se desconoce el trabajo que se está haciendo al respecto, mientras los migrantes siguen padeciendo situaciones infrahumanas. La mayoría de los paisanos se vinieron escapando del régimen, solo llegaron aquí con su cédula de identidad”, afirmó.
También se ha llegado a la Secretaría de Gobierno, pero todo queda en gestiones. Esta situación siempre ha pasado con los migrantes fallecidos, los trámites son muy engorrosos.
Recordó que otro caso destacado, fue el la niña que falleció impactada por un rayo, allí intervinieron varias autoridades porque el cuerpo tampoco podía ser sepultado por falta de documentación.

