El mejor bingo para jugar.

  1. Como Jugar Al Spin Rio Casino: El jugador también puede aumentar sus posibilidades de ganar realizando apuestas continuas, ya que una vez que el jugador puede obtener la función de apuesta secundaria de los juegos, posteriormente se le solicita un total de 8 nubes que revelan multiplicadores.
  2. Truco Para Tragamonedas De Frutas - La biblioteca de juegos de bingo de Spy Slots muestra algunos juegos famosos para los jugadores que prefieren este juego de azar, como Bingo Millions 90, Lucky Stars, Fair & Square, además de una sala de bingo gratuita y VIP.
  3. Casino Gratis Slots: Bingo Billy es un casino en línea muy popular que acepta con gusto jugadores de todo el mundo, incluidos los jugadores de EE.

Torneos de poker en capital federal.

Spinanga Casino Es 2025 Review
Están demostrando que merecen estar en esta posición al buscar constantemente formas de mejorar su oferta.
Casinos En Peten Guatemala
Mézclate con los dioses en Júpiter, donde deidades místicas hacen llover ira.
Wheel of Amp es un nuevo y emocionante juego de Red Tiger Gaming con bastantes características en exhibición, así como un buen potencial de pago, un área donde Red Tiger a menudo puede decepcionarnos.

Tragamonedas platinum 3d.

Juegos De Probabilidad Con Ruletas
Los ardientes amantes de la Juve pueden pensar que han encontrado a su salvador para la gloria de la Liga de Campeones, pero habrá obstáculos notables en cuanto a si Cristiano Ronaldo será el salvador europeo de su nuevo club.
Buscar Juegos De Casino
A pesar de que los bonos de Red7 Slots son escasos, me viene a la mente un dicho en particular – calidad sobre cantidad.
Casinos De Trump

General

La carta del ministro Alejandro Gaviria tras ser informado de su cáncer

Un fuerte dolor de estómago, obligó al ministro de Salud, Alejando Gaviria a asistir a una clínica privada en Bogotá, donde le practicaron varios exámenes y una semana después le determinaron que presenta cáncer linfático.

En su en su blog, Gaviria publicó una carta ‘cosas que pasan’, sobre su estado de salud y otros detalles de su enfermedad.

Cosas que pasan

El jueves de la semana pasada me desperté con una sensación de llenura. Estuve muy temprano en una charla con los secretarios de salud municipales. Cuando llegué a la oficina, a eso de las 11am, me seguía sintiendo mal, abotagado a pesar de no haber comido nada desde temprano. Hacia el mediodía me comenzó un fuerte dolor en la parte superior del abdomen. No le puse atención. Traté de pensar en otra cosa. Almorcé malamente. Asistí a varias reuniones. Intenté distraerme con los problemas del día, el mes y el año.

Hacia las cuatro de la tarde, el dolor era insoportable. No pude mamarle más gallo. Las evasivas eran ya una forma de estoicismo imprudente. Salí hacia la clínica del Country, torcido por el dolor (literalmente). No voy a contar los detalles (no vienen al caso), pero varias horas después, un Tac sugirió el diagnóstico que habría de confirmarse una semana después: tengo un linfoma, en particular, un linfoma no Hodgkin difuso, de célula grande tipo B. De muy buen pronóstico afortunadamente.

Nunca había sido hospitalizado. Nunca había recibido anestesia general. Nunca había sido un paciente. Todo eso cambió. Súbitamente. En unos cuantos días. Hacia ejercicio regularmente. Comía bien. No me he fumado un cigarrillo en toda mi vida. No soy un asceta, pero mis amigos decían con razón que era un poco aburrido, contenido, cansón…“Toda la vida responsable”. Siempre he sido un esclavo del super yo. O como decía alguien, me dejó mandar muy fácil de la fuerza de voluntad. “The way we miss our lives are life”, dice el poeta.

Ahora recuerdo la pregunta de Christopher Hitchens, “¿por qué yo?”. También recuerdo su respuesta. “¿por qué no?”. Esto no es un llamado, ni una prueba, ni un castigo, es una enfermedad con causas conocidas, pero, como siempre en el mundo de la complejidad biológica, con un halo de misterio. Tengo plena confianza en los médicos colombianos y en nuestro sistema. Mi tratamiento será estándar, sustentado en la evidencia, sin apuestas experimentales, ni medidas heroicas. Creo en la ciencia como toca: con vacilación y escepticismo moderado.

Cinco años en el ministerio me han preparado para los insultos, los agravios y lo peor del corazón humano. Pero también me han dejado cientos de amigos. Al final es lo único que cuenta, el amor y el aprecio de la gente que uno quiere y aprecia: la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, los estudiantes y tanta gente con la que he compartido en tantos lugares. A todos, un abrazo fuerte. Los quiero mucho. Ya nos encontraremos, para seguir viviendo los días, las semanas, los meses y los años. Prometo, eso sí, cambiar un poco, ser menos contenido, un asceta con licencias frecuentes. Fuente La W.

Deja un comentario