Diomedes Díaz sigue vivo para su fanaticada

Los seguidores del ‘Cacique’ de la Junta, Diomedes Díaz, mantienen la promesa que le hicieron en diciembre de 2012, cuando lo vieron partir: nunca te olvidaremos.Fielmente se dan cita en el cementerio Jardines del Ecce Homo para seguir ‘amando’ al artista por el cual cada uno de ellos guarda algún recuerdo.

Este 26 de mayo de nuevo fue el reencuentro para conmemorar su natalicio. Desde las seis de la mañana comenzaron a llegar a tumba de ‘El Cacique’, custodiada por su amigo de siempre Joaco Guillen, quien desde la noche anterior había arreglado todo «para el cumpleaños de mi compadre Diomedes».

Como si su cuerpo apenas estuviera llegando al Cementerio, decenas de seguidores lloran su partida, pero igual cantan sus canciones para enviar el menaje: Diomedes sigue vivo.

De lado a lado en las vallas instaladas por la Policía para proteger la tumba, los fanáticos se aglomeran. No importa el sol ni el calor, que el cariño de sienta en los más alto.

Luisa Bolaños de 46 años de edad llegó a Valledupar desde San Bernardo, Atlántico en compañía de sus cuatro nietos. Desde los 6 años recuerda que es fanática de Diomedes, quizás por eso llora tanto su partida. «Soy diomedista a morir, nunca he aceptado que se ha muerto, me duele mucho, eso me hace venir acá».

Solo conoció a Diomedes en caseta y recorrió muchos pueblos del Atlántico para asistir a sus conciertos. Las canciones se las aprendió escribiéndolas en un cuaderno y aunque no paró de llorar durante el homenaje que se le hizo al artista en el Cementerio, agradeció a Dios la oportunidad de cumplir con su promesa de estar siempre al lado de su ‘Cacique’.

Diomedes Díaz despertó muchos sentimientos, no sólo en mujeres, sus mayores seguidores fueron hombres, ellos también estuvieron ahí como Joaco Guillen. Algunos con fotografías que en algún momento de ‘gloria’ lograron tomarse con Diomedes, otros no cumplieron ese sueño, pero lo hacen ahora con la misma emoción.

Los fanáticos de ‘El Cacique’, son quizás los más fieles y organizados. En Galápaga, Atlántico, Adela Rodriguez, de 65 años de edad duró un mes preparando un tour con 60 personas que llegaron en la madrugada de este vienes para participar en los actos conmemorativos.

Uniformados con camisetas de color amarillo llegaron en dos buses, pero con una tambora para darle serenata a Diomedes. «La convocatoria la hago a través de cuñas radiales por la emisora y así llevamos cuatro años, estoy contenta porque pudimos venir», dice emocionada doña Adela.

Dioselina Acevedo alza sus dos manos, cierra los ojos y canta con sentimiento en honor a Diomedes. Vestida con la camiseta de Colombia, se aposta sobre una valla siendo su manera de rendirle un homenaje a su artistas número uno. Vive en la invasión Francisco Javier de Valledupar y aunque le cueste movilizarse hasta el Cementerio por la distancia, fue una de las primeras en llegar. “Soy diomedista desde niña”, dice casi gritando.

Con mariachis comienza la serenata a Diomedes. «Diomedes celebraba con mariachi, le encantaba, por eso se los traigo siempre», dice Guillen, quien le agrega un acordeón para que se acople con melodías que terminan en cantos de El Cacique.

Al cementerio también llegaron algunos de sus hermanos e hijos. Diomedes Dionisio hizo un recorrido musical por algunos cantos de su padre y agradeció el cariño que mantiene ‘vivo’ al artista.