viernes, marzo 29, 2024
Política

Con investigación en su contra, presidente Santos posesionará a nueva superintendente de Notariado y Registro

Según una investigación realizada por “El Espectador”, la nueva superintendente de Notariado y Registro, Juana Yolanda Bazán Achury, quien fue designada el pasado 1 de agosto por el presidente Juan Manuel Santos, cometió irregularidades en la venta de un lote ubicado en el departamento de Santander.

De acuerdo con la investigación, los hechos se registraron el 30 de junio de 1980 cuando el terreno baldío ubicado en el paraje Las Pampas del municipio de Puerto Wilches, en Santander, llamado ‘El Descanso‘, fue adjudicado por el Instituto Colombiano para la Reforma Agraria, (Incora) a Enrique Pérez Barrera, que debía ser un campesino de acuerdo a los requisitos de ley en cumplimiento con la resolución 525, pero al parecer se trataba de un comerciante experto en el negocio de tierras.

El 7 de abril de 1981, nueve meses después de habérsele entregado el predio, Enrique Pérez Barrera se lo vendió por $250 mil a Juana Yolanda Bazán Achury. La transacción se formalizó en la Notaría Segunda de Bucaramanga a través de la escritura 3140.

Según los documentos, ese mismo 7 de abril de 1981, a través de la escritura 3141, Juana Yolanda Bazán Achury vendió ese mismo predio por $648 mil a la empresa Bosques de Santander S.A. Es decir, en cuestión de horas se ganó $398 mil. Además, documentos internos de Bosques de Santander demuestran que esos baldíos se habían negociado antes de que le fueran adjudicados al supuesto campesino Enrique Pérez Barrera. El acta del 18 de junio de 1980 de la junta directiva de la compañía revela que la empresa Bosques de Santander estaba interesada en la compra del predio El Descanso y que para ello estaban adelantando los trámites de titulación en el Incora. Doce días más tarde, el 30 de junio de 1980, el Incora le entregó el inmueble a Pérez Barrera.

De acuerdo con la Oficina de Instrumentos Públicos de Barrancabermeja, hoy el predio El Descanso le pertenece a la Sociedad Agrícola de Palmeros (Agropalma S.A.). Treinta y seis años después de que el Incora le entregara este inmueble a un supuesto campesino, su dueña es una empresa particular. Y en la mitad de ese negocio de un baldío estuvo la hoy designada la superintendente de Notariado y Registro.

El Espectador revisó si el supuesto labriego Enrique Pérez Barrera fue beneficiario de otros terrenos baldíos en Puerto Wilches y encontró varias perlas. En 1978 este sujeto logró que le adjudicaran dos predios. Uno denominado Buena Suerte, de 78 hectáreas, y otro llamado El Toronjo, de 25 hectáreas. Y en 1980 el Incora le otorgó el inmueble San Martín, con un área de 79 hectáreas.

Algunos de esos baldíos, después los vendió. Es decir, se benefició económicamente de terrenos que debían, en teoría, acortar la brecha social con los campesinos. Pero, además, según la ley 135 de 1961, Pérez Barrera no podía ser beneficiario de otros baldíos si ya le habían otorgado un predio rural. El periódico consultó a expertos en la materia, quienes evaluaron los documentos y según ellos, los terrenos baldíos están destinados para los campesinos con el fin de promover una reforma agraria y “no son para hacer negocios ni sacar provecho personal, como lo hizo la señora Juana Yolanda Bazán”. Otra fuente consultada, que pidió el anonimato, fue más contundente: “La nueva superintendente ha tenido conductas contrarias al cargo al que llega. Participó en la venta de un baldío de la Nación para sacar provecho de éste sin que hubiera sido sujeto de una reforma agraria. Pero, además, todo indica que ella estuvo detrás de ese negocio incluso días antes de que el predio El Descanso le hubiera sido adjudicado a este supuesto campesino.

La designada superintendente Juana Bazán Achury, quien tomará posesión de su cargo este lunes 14 de agosto. Según ella, apenas ahora vino a enterarse de este negocio. “No tengo recuerdos de esa transacción. Si se analiza el folio de matrícula inmobiliaria, se observa que ese señor Pérez supuestamente me vendió el predio El Descanso y ese mismo día yo se lo vendí a Bosques de Santander. No tiene sentido. Pero, además, yo conscientemente no recuerdo ni haber poseído la tierra, mucho menos haber tramitado o hecho diligencia alguna ante una entidad pública que manejara tierras como el Incora”. Bazán Achury añadió: “Nunca he trabajado en el sector agropecuario, no sé dónde queda ese inmueble y dicho negocio ocurrió hace 36 años, cuando yo era una estudiante de derecho que no poseía ningún bien. Voy a investigar y a poner en conocimiento de las autoridades este tema”.

Al ser preguntada si conocía al señor Enrique Pérez Barrera o a la empresa Bosques de Santander, la nueva superintendente indicó: “No los conozco. Nunca supe que tuve un bien por un día. Y en todo caso esa adjudicación no me la hicieron a mí”. Caracol Radio.

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